Las características de los servicios públicos (que incluyen entre otros el área sanitaria, jurídico-judicial, policial y administrativa), así como las inherentes a la profesión de la interpretación en este sector, juegan un papel esencial en la salud mental de los intérpretes de servicios públicos. Sin embargo, cada ámbito dentro de estos presenta sus propias particularidades.
De todos es sabido que vivimos en una sociedad multicultural y que por ende es imprescindible la labor de los intérpretes. Desafortunadamente, muchas veces se desconoce la labor del intérprete en los servicios públicos y por lo tanto se desconocen también las consecuencias negativas y el impacto psicológico al que se enfrenta este profesional puesto que la mayoría de las intervenciones que realiza se producen en contextos tristes, delicados y/o traumáticos.
Esta diversidad de contextos situacionales a los que un intérprete se puede enfrentar sería el caso de un interrogatorio de la policía, en donde el intérprete también puede verse conmovido por la declaración que ofrece la persona a la que interpreta; por las vivencias que esta relate o por cómo se encuentre la persona interpretada tanto física como psicológicamente. Otro caso de atención podría tratarse también de una entrevista de asilo por la gravedad de lo relatado en muchos casos por parte de la persona extranjera. De igual forma, los casos de femicidio, violaciones, abuso de menores, trata de personas, etc. Y así, podemos seguir describiendo un sinfín de casos. Importante mencionar que el impacto emocional es aún más fuerte dado a que los intérpretes hablamos en primera persona (me hicieron, dije, me golpearon, me, yo, etc.).
Otro reto es el factor tiempo, pues nos enfrentamos muchas veces a audiencias con una duración hasta de tres o cuatro horas, y en algunos países, solo se cuenta con un intérprete por audiencia (sin duda alguna por temas de presupuesto).
Un informe elaborado por la Fundación Italia Morayta, A.C. en el que se afirma que independientemente de lo acostumbrado que el intérprete pueda estar a desempeñarse dentro de las audiencias, éste sí puede sufrir en ocasiones impacto psicológico y otros traumas, síndromes o problemas de salud que afectan a su vida laboral y personal. En otra publicación nos enfocaremos al "trauma vicario" (que lo experimentan aquellos trabajadores en contacto directo con el dolor, el sufrimiento o los sentimientos de terceros).
Pero ¿Qué pensamos o qué nos imaginamos cuando hablamos de las emociones dentro de tribunales? ¿Será que como intérpretes tenemos que llevar en la espalda toda esa carga emocional a la que nos exponemos cada vez que hablamos en primera persona?
No debemos olvidar que por mucho que amemos nuestra profesión, somos de carne y hueso y que esas mismas emociones y esa carga emocional eventualmente se pueden tornar en una mochila pesada que tarde que temprano nos pasará la factura, clínica, mental y físicamente hablando.
Expertos en sicología recomiendan utilizar los servicios de sicólogos o especialistas en la materia para poder sacar a luz esas emociones que de una u otra forma se quedaron en alguna parte de nuestro ser, mente o corazón.
Desgastante, perturbador, triste, doloroso, espantoso y más…así puede ser el final de cada audiencia. Tras bambalinas, con la mente sobria y serena, no olvidemos que somos seres vivos, con alma, mente y corazón. Ese reto que se traduce en el día a día frente al juez, debemos aprender a descargarlo, a liberarlo, a dejarlo donde lo encontramos. Debemos salir de él, llegar a casa, hacer ejercicio, tomar una ducha caliente, cambiarnos de ropa, agradecer porque ya pasó y recibir el nuevo día con los brazos abiertos, vista al sol, porque al final, esa es nuestra profesión sumado a la pasión con la que nos desempeñamos día a día y nada podremos cambiar.
Qué loable labor frente al juez. Vidas de por medio, decisiones que no dependen de nosotros; somos esa voz que porta el mensaje. Lo único que sí depende de nosotros es la actitud con la que enfrentamos esos minutos, horas de interpretación; y aún más importante, la tención y el cuidado que pongamos a nuestra mente y nuestras emociones tras cada intervención.
Comments